El efecto de la contaminación sonora en el aula
11/07/2022
Con los estudiantes de vuelta en el aula, es un buen momento para considerar la acústica dentro de su entorno de aprendizaje. Las aulas están llenas de ruidos que distraen, ya sea provenientes del exterior (aviones, tráfico, áreas de juegos, cuidado del césped o construcción) o del interior (sistemas de climatización, sillas que se arrastran por el piso, actividades en el pasillo o las aulas vecinas). Los efectos de esta contaminación sonora repercuten en el aprendizaje, así como en la salud física y mental.
Cómo el ruido repercute en los estudiantes
El ruido excesivo reduce la capacidad de escuchar las lecciones con claridad y tiene un efecto negativo en la capacidad de un niño para aprender. Los estudios analizados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) han descubierto que los niños expuestos a ruidos disruptivos constantes pueden ver reducida su capacidad de lectura, memoria y desempeño académico.
El blog sobre aprendizaje y desarrollo informa que el nivel de ruido promedio en un aula es de 72 decibeles, casi el nivel de una aspiradora, lo que significa que los estudiantes en la parte posterior del aula no pueden escuchar todo lo que dicen los maestros. Según la OMS, el nivel seguro de ruido en un aula no puede superar los 35 decibeles. Por encima de ese nivel, la capacidad de aprender se ve afectada.
Necesidad de un aula insonorizada
Sin el aislamiento de sonido adecuado, las lecciones de música junto a una clase de idioma pueden arruinar la comprensión. La lluvia intensa sobre un techo plano puede hacer que un tutorial reverbere como un tambor. Muchas escuelas también usan el aprendizaje en línea, que puede resultar ininteligible si la insonorización en el aula es deficiente.
Cómo la mala acústica repercute en los maestros
Según un estudio sobre la acústica en el aula y la exposición al ruido de los maestros de escuela del Instituto Nacional de Salud, el ruido excesivo también tiene un impacto en los maestros que se ven obligados a levantar la voz para ser escuchados. En el transcurso del tiempo, esto puede provocar un aumento del estrés y la fatiga.
Para que el habla sea inteligible, la voz de un maestro debe ser 15 decibeles más fuerte que cualquier ruido de fondo irrelevante. Si el ruido del aula ya está en 72 decibeles, el maestro tendría que hablar a un nivel de 87 decibeles, o gritar constantemente. Como era previsible, la Asociación Nacional de Educación muestra que los maestros tienen más del doble de probabilidades de tener problemas vocales y tres veces más probabilidades de consultar a un médico por este problema. Anecdóticamente, algunos maestros informan que hablan muy fuerte cuando regresan a casa por la noche hasta que se adaptan a la nueva situación.
Para garantizar una buena salud acústica y bienestar para los maestros y estudiantes, es fundamental enfocarse en las tres fuentes de contaminación sonora que influyen en la acústica del aula: externa, interna y mecánica.
Cómo mejorar la acústica en las aulas escolares
Afortunadamente, es posible diseñar y reacondicionar escuelas para mejorar la acústica con los productos y materiales adecuados.
Knauf Insulation contribuye a amortiguar el sonido gracias a su estructura de fibra de alto nivel que absorbe el ruido. Knauf Insulation ofrece soluciones de control del sonido que pueden incorporarse en cada aspecto del diseño de las escuelas, desde aislamiento para paredes y techos hasta aislamiento en placa para conductos de aire de fibra de vidrio que absorbe el sonido de los sistemas de climatización a través de los conductos. Knauf Insulation también trabaja con materiales sostenibles y renovables y ha cumplido con los estrictos estándares de emisiones químicas para lograr la certificación GREENGUARD Gold, y está verificado como libre de formaldehído.
Con el aislamiento para el control del sonido adecuado en las escuelas, podemos proporcionar un lugar más cómodo para que los maestros trabajen y los niños aprendan y crezcan.